NORMATIVA

 

La importancia de una buena regulación de los medicamentos veterinarios

SEGURO


Un medicamento debe ser seguro para proteger a los animales, las personas y el medio ambiente.

Al igual que los medicamentos para humanos, muchos medicamentos veterinarios pueden tener efectos secundarios. Éstos deben evaluarse cuidadosamente y el beneficio del uso del medicamento debe superar claramente los riesgos que conlleva. La seguridad de los seres humanos es siempre primordial.

Las actividades de vigilancia posteriores a la autorización relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos, o de cualquier otro problema relacionado con los medicamentos, proporcionan la base para la evaluación continua de la relación beneficio/riesgo.

La seguridad alimentaria y la nutrición adecuada es un derecho humano básico que depende de sistemas alimentarios eficientes.

La seguridad de los consumidores de alimentos derivados de animales se garantiza mediante la decisión permitir o no el uso de un medicamento y, en caso de que se permita, observando que transcurra el tiempo suficiente desde el momento de la administración del medicamento hasta el momento en que se obtienen los productos animales, para que cualquier residuo de medicamentos descienda a un nivel seguro. Este límite se conoce como límite máximo de residuos (LMR) y el periodo de tiempo necesario se conoce como tiempo de espera. El tiempo de espera es específico de cada medicamento veterinario, pero sólo es fiable cuando el medicamento veterinario es de una calidad firme y se administra de forma consistente, generalmente tal y como se aprobó durante el proceso de autorización del medicamento.

MEDICAMENTOS

Todos los medicamentos deben ser fabricados en instalaciones autorizadas según las normas y estándares aprobados.

Esto garantiza que todos los lotes del producto cumplen los estándares necesarios y son consistentes. Estas normas, similares a las de los medicamentos de uso humano, comprueban, entre otras cosas, que los productos son estériles si es necesario y que cada comprimido o frasco contiene la cantidad correcta de principio activo.

Esto garantiza que todos los lotes del producto cumplen los estándares necesarios y son consistentes. Estas normas, similares a las de los medicamentos de uso humano, comprueban, entre otras cosas, que los productos son estériles si es necesario y que cada comprimido o frasco contiene la cantidad correcta de principio activo.

Los medicamentos deben hacer lo que dicen hacer; siempre que se sigan correctamente las instrucciones del prospecto y se administren a los tipos de animales para los que fueron autorizados.

ANIMALES


El ganado es un activo crucial para cualquier país. Desempeña un papel esencial en la creación de medios de vida y seguridad alimentaria.

El mantenimiento de la salud y el bienestar del ganado terrestre y de animales de acuicultura requiere el acceso a medicamentos de alta calidad, eficaces y de confianza para la prevención y el tratamiento de enfermedades.

El acceso y la disponibilidad limitados de medicamentos veterinarios de calidad ponen en peligro no sólo la productividad del ganado por la incapacidad de tratar las enfermedades que provocan pérdidas de producción, sino también la capacidad de prevenir y contener los brotes de enfermedades, incluidas las que pueden afectar a las personas (zoonosis).

El tratamiento antimicrobiano de los animales puede contribuir al desarrollo de organismos resistentes en los animales tratados, lo que se conoce como Resistencia Antimicrobiana (AMR).

Debido al uso, al abuso y al mal uso de los antimicrobianos, cada vez más microorganismos se han vuelto o se están volviendo resistentes a los fármacos a los que antes eran susceptibles. Esto pone en peligro la eficacia de los antimicrobianos disponibles para tratar las infecciones, especialmente los antibióticos.

La contención y el control de la resistencia a los antimicrobianos requiere una acción coordinada a nivel nacional e internacional de todas las partes interesadas, incluidos los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas privadas, los agricultores, los inversores, los ciudadanos, el mundo académico y la filantropía.

FORMACIÓN EN
REGULACIÓN

Una regulación adecuada sobre los medicamentos veterinarios a nivel mundial garantizará que estos sean de buena calidad, se fabriquen de manera consistente y se utilicen de forma responsable, segura y eficaz, lo que permitirá mejorar la salud animal, la salud pública y los beneficios económicos. La regulación integral abarca: la evaluación de los medicamentos antes de su autorización, basada en evidencias científicas, incluidos los datos de los ensayos clínicos; la supervisión continua del control de calidad de los estándares de producción mediante pruebas de calidad de los medicamentos comercializados, e inspecciones de los centros de fabricación y distribución; la supervisión continua de cualquier reacción adversa o falta de eficacia de los medicamentos una vez comercializados; y las actividades de vigilancia activa para proteger a los consumidores mediante, por ejemplo, análisis de residuos y sustancias prohibidas en los productos de origen animal (como la leche, la carne y los huevos). Una política y una actividad de regulación eficaces se apoyan en un marco legislativo nacional sólido y en una estructura de gobernanza que defina las funciones y responsabilidades de las distintas partes interesadas, desde el regulador nacional hasta los fabricantes y los usuarios de los medicamentos. El compromiso de desarrollar la capacidad nacional y regional para regular y aplicar la normativa requiere esfuerzos para mejorar, converger y hacer cumplir las normas y los procesos adecuados.